San Francisco de Asís en espera de un lugar para adorar

Friday, Aug. 29, 2008
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Unos feligreses se acercan al puesto de comida de la familia Tachiquin. La familia dona la mitad de sus ventas a la iglesia para recaudar fondos para su nuevo edificio. foto del IC por Priscilla Cabral

OREM – La iglesia de San Francisco de Asís era un edificio de más de 80 años con una arquitectura española que lo hacía un tesoro histórico para la ciudad de Provo. "Tenía la estatua (de San Francisco de Asís) en la esquina, una escalera en la entrada y una torre muy bonita", dijo Soledad Tachiquín. Lo que ahora prevalece en el lote en donde se encontraba la iglesia es un signo de venta.

"Todavía me duele cuando paso por ahí…Pero la gente ya no cabía", dijo Tachiquín.

La comunidad de San Francisco de Asís creció a tal grado que se tuvieron que explorar varias opciones para hacer de la participación en la Misa una más cómoda.

"El edificio viejo no tenía una estructura sólida…el solidificarla hubiese costado más de un millón de dólares. Aún así, el edificio continuaría siendo pequeño y sin posibilidad de expandirse", dijo el padre David Bittmenn, párroco actual.

La congregación decidió poner la propiedad en venta y mudarse a la ciudad de Orem, en donde tiene un gimnasio que es parte de un plan de construcción que incluye una capilla con capacidad de aproximadamente 1,000 personas, una sacristía y una guardería.

Pero este plan ha sido truncado.

El antiguo edificio se encontraba en la lista de edificios históricos de Provo, algo que la iglesia nunca acordó. Pero su demolición era necesaria para agilizar la venta de la propiedad y así conseguir los fondos necesarios para concretar el plan de construcción para la nueva iglesia.

El Padre Michael R. Sciumbato, entonces Párroco de San Francisco de Asís pidió que el edificio fuese borrado de la lista para así poder derrumbarlo. El ayuntamiento de Provo votó por quitar a la iglesia de la lista si la Fundación para la Preservación del Provo Histórico no recaudaba el dinero suficiente para comprar la propiedad: $1.2 millones para la iglesia y $50,000 para Landmark Partners, los compradores prospectivos. La fecha límite fue el 18 de abril, 2007.

La Fundación de Preservación del Provo Historico alega haber tenido el dinero necesario para salvar al edificio, pero el padre Bittmenn dice que la fundación falló fecha límite tras fecha límite. "Esperamos varios meses y siempre había una falla en el sistema".

El edificio fue derrumbado el 9 de julio, pero al poco tiempo las negociaciones entre la iglesia y Landmark Partners terminaron y la propiedad no se vendió. Hasta ahora ninguna venta ha culminado.

"He vendido la propiedad un alrededor de 21 ocasiones, pero todas la ventas han fracasado", dijo Tommy George, el agente de bienes raíces de la parroquia. George dijo que la denominación de la zona ha sido el mayor problema que ha tenido para vender el lote. "Tenemos tres casas (zona residencial) y una zona comercial de 3/4 de hectárea", dijo.

Además los vecinos quieren tener voz y voto en lo que se decide poner en esa área. "Cada comprador, cuando se enfrenta a los vecinos y a la ciudad, se encuentra con demasiadas exigencias", dijo George, quien ha dividido la propiedad para poder vender las casas individualmente, al igual que la zona comercial.

Mientras tanto, los costos de construcción y la congregación de San Francisco de Asís están en aumento. Y la parroquia necesita recaudar un 60% del costo de la nueva iglesia antes de que su construcción sea aprobada. Hasta la fecha se han recaudado $1.3 millones de los $6 millones que se estima costará.

La parroquia tiene una segunda colecta para recaudar fondos. También tiene ventas de comida y otras actividades. "Tuvimos la celebración del cinco de mayo en la cual hubieron comida, juegos y música. Y mucha carne, tuvimos literalmente una tonelada de carne", dijo el padre Bittmenn.

Las próximas actividades para recaudar fondos incluirán la feria de manualidades, el 27 de septiembre y la fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre.

La parroquia también cuenta con las donaciones de los padres de los niños que han recibido sacramentos y con el fervor y trabajo de feligreses como Tachiquín y su familia.

En el 2005, Tachiquín estuvo en coma por un mes, estando internada en el hospital por tres meses en total. Cuando se recuperó, ella le prometió a Dios que se pondría a la disposición y servicio de la Iglesia y de los Padres. Desde entonces pone un puesto de comida afuera del gimnasio durante cada una de las Misas que se celebran ahí en el fin de semana y le dona la mitad de las ganancias a la iglesia. "Los sábados estamos aquí desde las 9 de la mañana hasta las 8:30 de la noche. Los domingos también estamos aquí desde la 9 hasta las 4 de la tarde", dijo Tachiquín.

Ella dijo que su mayor motivación para continuar trabajando es el amor que le tiene a su fe católica. "No queremos que nuestra religión muera – los mormones trabajan mucho. Yo les digo a mis hijos que lo único que les dejaré es mi religión".

Tachiquín ha sido miembro de la parroquia de San Francisco de Asís por más de 15 años y recuerda al antiguo edificio con nostalgia al igual que muchos otros.

"Estamos planeando que el edificio nuevo tenga suficiente espacio para la gente y lo haremos (con la misma arquitectura) porque sabemos que existen personas que tienen una conexión con la vieja iglesia", dijo el padre Bittmenn.

Se espera que o la propiedad se venda o que los fondos para la construcción de la nueva iglesia se terminen de recaudar en dos o tres años.

 

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