En un memorándum con fecha del 27 de mayo, la Diócesis de Salt Lake City pide a los feligreses usar tapabocas a lo largo de las Misas, si están asistiendo al servicio litúrgico en una Iglesia Católica.
En el memorándum, enviado a los sacerdotes diocesanos, y diáconos, se subrayan las guías que las parroquias deben de seguir como Iglesias Católicas en Utah, como respuesta a la relajación de las restricciones en cuanto a reuniones sociales puestas por la pandemia del COVID-19.
Muchos de los puntos del memorándum reiteran la información enviada en semanas recientes, conforme el gobierno estatal ha permitido reuniones con mayor número de personas. Sin embargo, el memorándum del 27 de mayo remarcó que “no estamos asumiendo que la propagación del virus haya disminuido debido a estas nuevas directrices. Debemos mantener y continuar nuestras medidas de precaución para asegurarnos de que nos estamos protegiendo unos a otros de la propagación del COVID-19.”
El Obispo Oscar A. Solis ha suspendido la obligación de asistencia a Misa los domingos y los días festivos hasta nuevo aviso.
A los feligreses y el personal de las parroquias, quienes forman parte de los grupos de alto riesgo durante la pandemia, se les ha pedio permanecer en casa y participar en Misas virtuales o televisadas.
A cada parroquia se le ha solicitado limitar el número de personas que asisten a Misa en la Iglesia y mantener la distancia de 6 pies entre quienes no sean miembros de un mismo hogar.
La diócesis pide que cada Iglesia sea desinfectada después de cada servicio.
Otras recomendaciones incluyen la distribución de la Comunión en las manos, que los ministros utilicen gel antibacterial antes de la distribución de la Comunión, limitar el número de ministros, quitar los himnarios y otros materiales de alabanza a menos que estos sean desechables, limitar el número de ministros de música, y evitar el contacto durante la Señal de la Paz y la Oración del Señor.
El documento completo puede ser encontrado en el sitio en línea de la diócesis en www.dioslc.org
De acuerdo con el memorándum, una fuerza de apoyo diocesana en contra del coronavirus se está formando, y esta mantendrá reuniones frecuentes para revisar y proponer mejores prácticas en la diócesis, este fue firmado por Monseñor Colin F. Bircumshaw, Vicario General diocesano.
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