Sigue a Jesús: sé un siervo líder

Intermountain Catholic

+ Enlarge

Samantha Almanza

Por Samantha Almanza

Directora del ministerio de Jóvenes de la Diócesis de Salt Lake City @YouthMin_SLC

Alguna vez has querido ser el mejor jugador en tu equipo? , ¿la persona más popular de tu escuela?, ¿el estudiante más listo de tu clase?. Si tu respuesta es ‘sí’ a cualquiera de estas preguntas, tu no estas solo, inclusive los 12 discípulos discutían sobre quién de ellos era el mejor.

En la lectura Lucas 22:14-23:56 del Domingo de Ramos, Jesús rompe el discurso al no escoger a un solo discípulo, sino diciéndoles: "No sea así entre ustedes. Al contrario, el mayor debe comportarse como el menor, y el que manda como el que sirve".

A nosotros esto nos podría parecer al revés ya que estamos acostumbrados a que nuestros líderes tengan títulos como ‘presidente de la clase’ o ‘ capitán del equipo’, pero lo que Jesús nos enseña es que todos tenemos la habilidad de convertirnos en líderes y en versiones mejoradas de nosotros mismos al servir a los que nos rodean.

Solo tomen un segundo y piensen en alguien a quien admiran. Esta persona puede ser su abuela, su mejor amigo, o su maestro. ¿Admiran a esa persona por la forma en que visten o por las posesiones que tiene, o la admiran porque realmente se preocupa por ustedes?, ¿Es tacaño con sus recursos, o te apoya y te hace sentir mejor cuando estás con él?, ¿Les dice a todos lo buena persona que es, o hace las cosas sin esperar que lo reconozcan?, esta persona que has pensado es un excelente ejemplo de un siervo líder! Él o ella te está enseñando como vivir de acuerdo a las enseñanzas que Jesús dio al servirte.

Esta semana trata de ser un poco más como la persona a quien admiras, sé un siervo líder para tu familia y tus amigos. Puedes servir a los otros de muchas maneras. Puedes ayudar a tus amigos con sus tareas, hacer algo más en tu casa, o inclusive pasar 30 minutos platicando con tu familia. La felicidad que les llevarás a sus vidas será obvia, pero espero que también te des cuenta de la felicidad que le das a tu vida sirviéndoles. Esta es el tipo de felicidad que no puedes obtener a través de videojuegos o coches, es el tipo de felicidad que experimentas al ayudar a los demás. Aquí esta una pequeña oración para que acompañes tu camino como siervo líder: Querido Jesús, tu nos enseñaste que las más grandes personas son aquellas quienes sirven sin querer ser reconocidas, o tener poder o dinero. Ayúdame a poner las necesidades de mi familia, compañeros, y comunidad primero. Abre mi corazón para ver las oportunidades que tengo de servir a los que me rodean, y cuídame y cuida a quienes sirvo mientras que yo trato de vivir tu ejemplo. Amén.