Su matrimonio, cada día más fuerte

Friday, Jun. 29, 2012
Su matrimonio, cada día más fuerte + Enlarge
Manuel y Felicia Gutierrez. Foto de cortesía
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

SALT LAKE CITY – Hace treinta y siete años que Manuel y Felicia Gutiérrez decidieron realizar uno de los compromisos más importantes de su vida: Contrajeron nupcias.

Nacido y criado en Guanajuanto, Mé-xico, Manuel inmigró junto a sus padres a los Estados Unidos cuando tenía solo 11 años de edad en busca de una mejor vida.

Llegaron a California, en donde radicaron cerca de ocho años para después mudarse a Utah. Fue durante ese período que conoció a Felicia, quien también junto a sus padres había inmigrado a los Estados Unidos desde Oaxaca, México.

"Compartimos los mismos valores y creo que eso fue lo que nos atrajo", dijo Felicia. Su madre enviudó cuando ella todavía era muy pequeña, así fue como Felicia presenció como ella se dedicó completamente a sus hijos, formando en ellos un sentido muy grande de responsabilidad por la familia.

"Mi mamá me enseñó a rezar y a pedirle a Dios que encontrara a un buen hombre trabajador", dijo Felicia. "Además de ver como su mamá usaba la creatividad y dedicación en todo, ella era su mejor amiga y platicábamos mucho. Ella me enseñó con su ejemplo".

Los padres de Manuel también fueron grandes ejemplos de vida para él. Su Padre tenia un carácter muy alegre y era un hombre muy trabajador. De su madre aprendió el amor, dedicación y protección, todos ingredientes para una familia sólida, y cualidades que el heredó y que Felicia buscaba en un hombre.

Durante su noviazgo ambos mantuvieron su fe como una base.

"El me hace muy feliz, me da seguridad, amor y nunca peleamos. Recuerdo que en las Navidades siempre decorábamos el árbol juntos, y yo respetaba mucho a sus padres", dijo Felicia.

"Nos identificamos muy bien y eso fortaleció mis sentimientos hacia ella, así es que decidí comprarle un par de aretes y formalizar nuestra relación y después vino la boda", dijo Manuel.

El matrimonio ocurrió un 11 de diciembre de 1974, al principio de su matrimonio aprendieron a escuchar y a siempre poner su amor primero.

"Recuerdo que al comienzo no fue fácil el aceptar todos los cambios", dijo Felicia. "Le decía a mi mamá que era difícil ya que él siempre le pedía consejos a su mamá, pero ella siempre le daba consejos muy sabios", ‘ No te enojes’, me decía, ‘Date cuenta de que es un buen hijo, y que eso lo llevará a ser un gran esposo y un gran padre’, y eso fue exactamente lo que pasó".

Durante los 37 años de matrimonio se han convertido en los mejores amigos.

El ir a Misa juntos así como el involucrarse en las actividades y grupos de su parroquia ha mantenido vivo ese amor cada día de sus vidas.

"El es mi compañero, mi mejor amigo", dijo Felicia, agregando que ella sabe que Dios siempre está presente es sus vidas así es que "seremos felices para siempre".

"Estoy muy agradecido de que sea mi esposa, la madre de mis hijos, mi compañera, la persona con quien puedo conversar, con la que puedo estar y con la que junto a ella, siguiendo a Dios, nunca tendré miedo y no habrá dificultad que no podamos vencer", dijo Manuel.

Ambos consideran que el matrimonio es sagrado, que es un compromiso que las parejas deben de realizar para toda la vida.

"Si verdaderamente amas a alguien Dios siempre está presente; no hay obscuridad si hay amor puro. El amor todo lo puede", dijo Felicia.

"El matrimonio es una experiencia muy valiosa y la felicidad, confianza, y armonía son la prueba de que Dios está con nosotros. Siempre debemos escuchar a nuestras esposas y hacerlas muy pero muy felices", dijo Manuel.

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