Todos los días son buenos para el amor de Dios

Friday, Jun. 29, 2012
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

MURRAY – Hay un dicho que dice que no hay edad para el amor, pero el casarse a una edad muy temprana es otra cosa.

El matrimonio es muy diferente a una relación de noviazgo; es un compromiso muy importante que requiere preparación y trabajo.

Tal es el caso de Francisco y Mónica Fernández, quienes recientemente celebraron el Sagrado Sacramento del Matrimonio.

Ambos tienen 27 años de edad pero han estado juntos desde que tenían 18.

"Queríamos casarnos por la Iglesia, pero no estábamos preparados", dijo Mónica.

Hace cerca de dos años la pareja comenzó a asistir a los encuentros y retiros ofrecidos al menos una vez al año por la Diócesis Católica de Salt Lake City. Eso los cambió para siempre.

Feligreses de la parroquia de Saint Joseph the Worker , también decidieron unirse a los grupos de la pa-rroquia.

"Durante esos retiros aprendí que también estaba realizando un compromiso con Dios, y que debía honrar y respetar a mi ahora esposa [Mónica]", dijo Francisco.

La pareja contrajo nupcias civiles en el 2007 y ahora tiene dos hijos.

"Mis pequeñitos también formaron una parte muy importante en nuestra decisión de casarnos por la Iglesia", dijo Mónica, quien cree firmemente que con su ejemplo sus hijos crecerán con un sentido más sólido del catolicismo.

"Estoy de acuerdo", dijo Francisco, agregando que para él el haberse casado por la iglesia había sido muy importante pero nunca se imaginó la importancia que iría adquiriendo conforme su tiempo junto a Mónica iba pasando.

"Sabía que nos faltaba algo", dijo Francisco. "Quiero decir, yo la amo con todo mi corazón, ella es la madre de mis hijos, pero presentarnos ante Dios y contar con su bendición era un elemento básico que nos hacía falta".

La pareja celebró el Sacramento en el 2011. Desde entonces se sienten más unidos y más enamorados que nunca.

"Es como si Dios nos estuviera sosteniendo las manos juntas", dijo Mónica.

Ella firmemente cree que este gran amor los ha enseñado a que el amor va más allá de la justicia y de la competencia, que el amor los ayuda a lograr, que los enseña, que perdona, que los ayuda a ser generosos, que los ayuda a compartir la alegría.

"Dios nos ha enseñado que dar es muy importante", dijo Francisco. "Entre más sirvamos y demos a nuestra esposa y a nuestros hijos ellos mas sentirán ese sentido de pertenencia".

De acuerdo con la pareja, Dios también los ha enseñado que el amor no solo es un compromiso de una sola vez, es un compromiso de todo el tiempo, y que Dios siempre está presente.

"Y no solo eso, Dios siempre nos perdona, nos ayuda y nunca nos deja caer", dijo Mónica.

"Dios es la fuente de nuestro amor. Nos da una enorme alegría el saber que Dios nos ama. Que nos acepta tal y cual somos, con defectos y virtudes", dijo Francisco.

Ahora la pareja esta planeando el bautismo de su pequeñines.

"Nos hemos convertido en instrumentos de Dios y queremos que nuestros hijos prueben un poco de su amor eterno, misericordioso y profundo por nosotros", dijo Mónica.

For questions, comments or to report inaccuracies on the website, please CLICK HERE.
© Copyright 2024 The Diocese of Salt Lake City. All rights reserved.