Tres ordenaciones diocesanas están programadas para el 28 de junio/Sacerdote

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El diácono Anthony Shumway

Traducción: Laura Vallejo

SALT LAKE CITY — El diácono Anthony Shumway será ordenado al sacerdocio para la Diócesis de Salt Lake City el 28 de junio en la Catedral de la Magdalena. Esto será como una bienvenida para el nativo de Utah quien tomó un desvío en su camino hacia su vocación.

“Crecí en Utah y amo este estado por sus personas y por todo lo que hay en Utah,” dijo. “Estoy muy contento por regresar a casa, por poder hacer ministerio a las personas a las que conozco y con las que no conozco por todo el estado. Deseo con ansias ser sacerdote para esta diócesis y poder servir al Pueblo de Dios aquí.”

El diácono Shumway, feligrés de la parroquia de St. Martin de Porres, cuando joven se alejó de la iglesia enfocando sus energías en una carrera en aeronáutica. Después de graduarse de la Universidad Spartan de Aeronáutica y Tecnología de Oklahoma, obtuvo un trabajo en SpaceX en Los Ángeles, Aunque aprendió mucho, no paso mucho tiempo sin que se diese cuenta que algo le faltaba. Regresó a Utah aunque no se arrepiente del tiempo que pasó en la firma aeronáutica.

“Al pensar en ese tiempo, existieron varias batallas que tuve que librar, necesitaba crecer y aprender sobre mí mismo,” dijo. “pude haber aprendido eso en el seminario, pero no creo que desperdicie el tiempo.”

Como inspector líder en SpaceX, el diácono Shumway estuvo frecuentemente bajo presión. Esa experiencia le sirvió para su servicio en la Iglesia. “El poder sobrellevar ese tipo de presión me dio la voluntad y entendimiento de como perseverar el estrés del día a día como sacerdote.”

Al regresar a Utah el diácono Shumway tomó un trabajo en la construcción. Pero al poco tiempo, mientras estaba en Misa con sus papás, sintió el llamado al sacerdocio. Nervio-so por el rigor académico de la vida en el seminario ya que en la preparatoria no había sido tan buen estudiante, en el mes de agosto del 2015 el diácono Shumway ingresó al seminario Mount Angel en Oregón a los 26 años de edad.

“Cuando comencé el seminario me preocupaba mucho si iba a académicamente poder realizarlo,” dijo. “Ahora que he terminado todo lo académico, veo ese tiempo y pienso Wow realmente obtuve buenas notas.’ Eso me dio mucha confianza, saber que, con la gracia de Dios, puedo lograr cosas que antes no creí posibles.”

Con la ayuda de los profesores del seminario el diácono obtuvo un título en filosofía y una maestría en divinidad. Ahora trabaja en otra maestría en teología sistemática que espera terminar el próximo año.

De todas las clases en su formación temprana una en particular  “The Priestly Heart of Jesus,” se convirtió en la base de su formación.

“El punto de la clase era alinear nuestros corazones con el corazón de Cristo, así es que en todos los aspectos y en todo lo que hacemos siempre lo tratamos de hacer como Cristo lo haría,” dijo. “Así es que durante los últimos cinco años, eso es lo que todas las clases preguntan: ‘Como integrar eso en el llamado sacerdotal y poner de lado nuestros deseos, y nuestros quiero, para poder ir y cuidar al Pueblo de Cristo de la manera en que Cristo lo haría.”

La vocación al sacerdocio no es un trabajo, es más como ser un padre de familia, dijo el diácono Shumway .

“El sacerdote es otra imagen de un padre o de una madre que a las 2 de la mañana si su hijo está enfermo y vomitando por todos lados, uno se levanta y limpia y los cuida y los conforta… Realiza el sacrificio. En el sacerdocio en la misma idea, Uno tiene una familia muy grande a la que cuidar; tenemos a una congregación, Y si la congregación esta enferma, si alguien está enfermp, lo cuidamos., tal como un papá o una mamá lo haría.”

Al diácono Shumway le emociona pensar los varios aspectos del sacerdocio. “Una de las más grandes cosas es poder dedicar mi vida a las personas, el poder estar radicalmente disponible,” dijo. “Podré estar allí para las personas en sus momentos más felices, como el bautismo de sus hijos o el de una boda. También podré estar allí con ellos en sus momentos más duros- cuando están pasando por problemas en sus matrimonios o han sido diagnosticados con enfermedades terminales y el caminar con ellos, para eventualmente estar en sus funerales orando por ellos. Me emociona pensar en el tiempo que pasaré con ellos durante todos los aspectos de sus vidas.”.

El diácono Shumway anima a los jóvenes que estén discerniendo su llamado al sacerdocio pero se sienten nerviosos acerca de la experiencia del seminario a tomar ese primer paso.

“Les diría que se tomen un año,” dijo. “Cuando uno se va al seminario, el enfoque es en ayudarte a discernir si uno esta llamado al sacerdocio. Uno cuenta con un sistema de apoyo; el seminario esta diseñado para no dejarte fallar. Esta diseñado para ayudarte a tener éxito en todos los aspectos de la vida, oración. Académicos y en el crecimiento como persona. El ir y pasar in año allí no será inútil, y esto te hará crecer como un mejor hombre, un mejor Católico.”