Una noche llena de música, bailes y alabanzas al Señor

Intermountain Catholic

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Guillermo Valencia Delgado se encargo de la Gran Noche de Alabanza convocada por Renovación Carismática Católica de Salt Lake City.

KEARNS - Gustosos, decenas de personas bailan, cantan en medio de las filas de asientos de la Parroquia de San Francisco Javier al compás de los ritmos de un delirante sonido musical.

Todo huracán tiene nombre y este no podría ser la excepción; su nombre Guillermo Valencia Delgado, quien luciendo una camisa manga corta amarilla, dio inicio a la Gran Noche de Alabanza convocada por la Renovación Carismática Católica de Salt Lake City.

Y como le dijo una de las personas que se dieron cita para gozar a través de la Alabanza y a glorificar a Jesucristo, absolutamente todos se mueven ante los acordes de su contagiosa música.

"Guillermo le da alegría a cualquier evento", dijo Francisco Tapia, un joven mexicano asistente al vento, agregando que "Trae con él el poder de Dios".

Ya sea dado a su jocosa personalidad o que tiene el poder del Altísimo, lo cierto es que Guillermo Valencia es hoy por hoy uno de los más popular de los cantantes católicos pop. Valencia es uno de los intérpretes de alabanzas más requerido.

Considerado por los organizadores del evento como el animador por excelencia, Valencia es algo así como el alma de cada fiesta espiritual.

Al saludar Valencia a los asistentes automáticamente los asistentes desbordaron su energía y alegría empezando a calentar motores para esa noche tan especial

"Lo que necesitamos es alabanza pura", les dijo Valencia a los asistentes.

"Me encanta su energía", dijo Luz Linares, mexicana y asistente a la noche de alabanzas, agregando "el señor Valencia es lo máximo, esta es la primer vez que lo veo en vivo y estoy muy emocionada, ya que tengo varios de sus cd’s".

Una típica semana de Valenciava de un concierto en Washington un martes; miércoles, una predicación en Oregon el miércoles ; alabanzas y predicación en Los Ángeles el día jueves. De viernes a domingo una gira por Guatemala; el lunes esta de vuelta a su casa de Los Ángeles, desde donde partirá la siguiente semana a otros lugares.

Los organizadores de los grandes eventos lo llaman "El levanta muertos". En Guatemala, donde cuenta con miles de fieles seguidores, le llaman el "grillo de Cristo".

Tal parece que Valencia siempre fue un vanguardista. Incluso en su niñez, en Bogotá, donde se crió.

A la edad de nueve años, Valencia se convirtió en seguidor del padre Rafael García Herreros, quien fue el creador de El Minuto de Dios, un programa de radio. Como a mediados de la década de los sesenta, Herreros se convirtió en uno de los líderes de un nuevo movimiento que se asemejaba a lo que después se conocería como la renovación carismática.

El pequeño Guillermo creció. Mientras seguía ayudándole al Padre Herreros, curso estudios de Filosofía -- tanto cristiana como clásica.

A la edad de 22 años, Valencia se vio una encrucijada. Quería irse a estudiar a Londres, pero el Padre Herreros le sugirió que se fuera a Los Ángeles, donde tal vez lo aceptaría una familia que conocía bien: los Kramar.

Fue Marilynn Kramar, quien hasta la fecha encabeza Carisma en Misiones, la cuna latina de la renovación carismática católica en los Estados Unidos, la que aceptó a Valencia.

El joven se quedó en los hogares de varias familias de la Misión (como se le llama a Carisma en Misiones), quienes le brindaron refugio. Inicialmente no formó parte de la mesa directiva de Carisma, pero esto no fue impedimento para que Valencia formara dos grupos de oración; uno en La Puente y otro en Hacienda Heights.

Al poco tiempo, Valencia comenzó a formar parte del selecto grupo de predicadores de Carisma en Misiones, la cuál entonces estaba en todo su apogeo. Pronto le dio por grabar un disco de alabanzas.

Las siguientes producciones musicales las ha hecho con José Carrillo, el arreglista del Grupo La Fe.