Víctima de violencia doméstica sale adelante por su fe y su esfuerzo

Friday, Jun. 15, 2012
By Laura Vallejo
Intermountain Catholic

(En los últimos 12 años Holy Cross Ministries en Salt Lake City ha ayudado a más de 10,000 mujeres y niños a escapar de la violencia doméstica. Esta es la historia de una de esas familias. )

SALT LAKE CITY— Hace veintidós años Teresa llegó a los Estados Unidos procedente de Baja California en México.

"Al principio todo era bello, no había problemas, pero cuando llegamos a este país todo empezó a cambiar", dijo Teresa, de quien se ha omitido el apellido por razones de privacidad.

Uno de esos cambios fue que su esposo decidió vivir su vida como si fuera soltero.

"Y además llegaron las drogas a nuestras vidas, y todo empezó a ponerse mal, falta de respeto y comenzaron muchos otros problemas", dijo Teresa. En ese entonces ella creía que tal vez con los hijos las cosas cambiarían pero no fue así.

"A veces las personas creen que con los hijos los hombres cambian…pero no es así, ellos se asustan y la violencia empeora".

A pesar del abuso no dejaba a su esposo ya que no tenía a donde ir, no tenía documentos, no sabía inglés, estaba asustada y no sabía que hacer. Durante varios años se quedo allí, tuvieron dos hijas y eso la hizo sentirse aún más dependiente de su esposo.

"Sólo eramos mis hijas y yo", dijo Teresa; "Yo veía que tenían un buen techo, comida que no les faltaban las cosas… pensé que me debía de quedar, no por mí, por ellas. Esa era mi responsabilidad…él siempre me decía, ‘si te quieres ir vete pero no les voy a dar nada’, así es que tenía que esperar a que mis hijas crecieran y todos los días le pedía a Dios que me ayudara y que el tiempo pasara rápido".

En muchas ocasiones hizo las maletas pero siempre se detenía en la puerta ya que el pensamiento de que si se iba como era que iba a sacer a sus hijas adelante. Así es que se quedaba, pero comenzó a tomar pasos para el futuro, comenzó a estudiar inglés.

Cuando la violencia de su esposo hacia ella incrementó, Teresa empezó a pensar que les diría a sus hijas cuando estas tuvieran una pareja. "Que tal si un día le tengo que decir a una de mis hijas ‘mira a ese hombre, no es bueno para ti, no te respeta, déjalo’. Mis hijas me iban a decir, ‘pero mamá tu nunca dejaste a mi daddy’… Tenía que darles el ejemplo de lo que se debe de hacer. Si yo quería que mis hijas fueran unas mujeres fuertes yo tenía que ser una madre fuerte ya que si no ellas caerían tal como yo lo hice".

Con el tiempo Teresa dejó a su esposo. Sus hijas y ella vivieron en diferentes albergues y ellas siempre le preguntaban que por qué vivían en tal lugar, a lo que ella les respondía con tiernas palabras confortándolas.

De vez en cuando dudaba de su elección pero "cuando pensaba en regresar decía ‘Nunca. Voy a decirle a las personas que les limpio sus casas, que les lavo y les plancho…pero no regreso. No es el ejemplo que quiero para mis hijas".

Mientras vivían en uno de esos albergues Teresa escuchó acerca de Holy Cross Ministries, una organización no lucrativa localizada en Salt Lake City la cual está manejada por las Hermanas de la Santa Cruz las cuales de acuerdo a su misión en www.holycrossministries.org responden a "servir a las necesidades de salud y bienestar de la comunidad vulnerable".

Fue a través de esta organización que Teresa pudo obtener su "U visa", la cual brinda a las víctimas de violencia doméstica y otros crímenes un estatus temporal legal en los Estados Unidos.

"Yo creía que no tenía un buen caso para que me ayudaran, pero aún así me dije ‘voy a ir y que sea lo que Dios quiera’", dijo Teresa.

Cuando Teresa obtuvo su visa, pudo obtener su primer permiso de trabajo y ahora tiene tres diferentes trabajos.

"Cuando me dieron los papeles mis hijas y yo lloramos", dijo Teresa. "Este permiso nos abrió la puerta a una vida diferente, a la estabilidad. Fue una puerta que se abrió y que me dio la oportunidad de poder trabajar y crear un futuro para mis hijas. Yo siempre he dicho que tengo dos manos y una cabeza y que las iba a usar para trabajar y eso es lo que ha pasado".

Teresa está muy agradecida con Holy Cross Ministries ya que como ella misma lo dijo, ahora tiene la oportunidad de dejar de tener miedo.

"Ahora me siento como un ser humano de verdad. Antes sin papeles, uno se siente diferente. Te tratan diferente. Es como si estuvieras marcado", dijo Teresa.

Sus hijas se han beneficiado de su elección ya que ambas son muy buenas estudiantes y ambas le ayudan. La mayor se graduará con un GPA de 3.9.

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